We don’t need hyper-militarization of our border. We need direct investment into our communities that are still struggling to receive street lights, clean, running water, and are facing the existential threat of climate change. Our communities deserve to be able to access education, nutrition and healthcare without fear. If President Biden seeks to be the public servant that people need, he must take the time to sit down with underserved communities to hear where they stand.
Read moreBiden's Proposed Border Deal Dismantles Community Trust
Brownsville, TX -- When then-candidate Joe Biden was on the campaign trail, he promised a better tomorrow for immigration policy. He promised to not build another foot of border wall. He broke that promise after being elected in July, 2021, and broke that promise again with current border wall construction, waiving 26 laws he didn’t have to waive, in order to get his Biden Border Wall fast-tracked. And now, at President Biden’s behest, congress is presenting a supplemental funding package that will not only fund ongoing wars, but demands immigration trade-offs that seek to shut down humanitarian asylum, fund more prisons and police for undocu-communities and people on the move, (with over $20 billion allocated for border militarization alone), all to a shocking $118 billion dollars billed to taxpayers.
Read more“Voces Unidas RGV Condemns President Biden’s Border Wall Waivers”
Rio Grande Valley — October 4, 2023 — Voces Unidas RGV and Rio Grande Valley (RGV) communities have opened our arms, our home and our hearts to refugees, asylum seekers and people on the move for decades. Our work is centered in the interconnection of community and the space it occupies by being in the right relationship with the land and all beings along our migratory corridor. This means we not only care about the outcomes of migrating people, but the integrity of our soils and waters, and the animals and native plants that support our fragile ecosystems.
Read moreReflexiones de 2022: una constelación de comunidad
Cuando miras al cielo nocturno en la noche más oscura, puedes ver billones de estrellas en el firmamento. Cada estrella y cada constelación tiene una historia que contar. Sus luces brillan mientras uno instila un sentimiento de maravilla a lo nuevo y a lo antiguo al mismo tiempo. ¿Qué historias tienen para compartir? Tal como el cielo nocturno, nuestras comunidades en el delta del Río Grande están distribuidas a lo largo y ancho de la región. Ocasionalmente, alguien brilla lo suficientemente fuerte como para que escuches su historia en las noticias locales, con menciones favorables del trabajo que esta persona realiza en la comunidad.
Pero a diferencia de una noche tan clara como la noche más oscura, nuestro panorama de las redes de comunicación puede con frecuencia estar cubierto por nubes. Podemos escuchar de los logros de una persona en particular a quien queremos, pero como comunidad, nos perdemos parte de esa historia. En muchas otras ocasiones más, las historias que se comparten son negativas, crean una idea falsa de lo que significa vivir aquí. Esos momentos tormentosos que los medios de comunicación presentan, no son nuestras historias. Voces Unidades quería apoyar el cambio de esas narrativas tan dañinas.
Por eso es que los esfuerzos de nuestra organización en 2022 estuvieron enfocados a profundidad en estar en comunidad. Buscamos aclarar las nubes que nos aíslan de la comunidad en formas que nos regresan al pasado, a un lugar en el que nuestros ancestros podían ver el cielo nocturno y contar historias de la importancia que éste tiene en nuestras vidas. Esas historias nos permiten transmitir enseñanzas y prácticas vitales, así que, ¿qué mejor forma de reconectar con nuestras comunidades que mirar nuestras propias estrellas y constelaciones, escuchar sus historias individuales y recibir consuelo del amor incondicional de los unos por los otros?
Esto lo hicimos plantando dos semillas:
La primera semilla fue conectar con organizadores y activistas formando una comunidad especial para una sanación que se dio en momentos significativos durante el cambio de las estaciones. Nos reunimos durante las fases de la luna, así que en forma natural llamamos a nuestro grupo “Moon Group” o “El Grupo de la Luna”. Durante nuestras reuniones de la luna aprendimos acerca de los demás, de nuestras esperanzas, miedos, sueños y de qué es lo que nos da felicidad. Algunas veces escuchamos música, otras veces cantamos. Compartimos nuestros sueños y buscamos significado. Aprendimos acerca de nosotros y de la tierra que nos rodea. Pero nunca, ni una sola vez, hablamos de las tormentas. Nunca discutimos los daños que hemos enfrentado en nuestro trabajo. Ese no fue el enfoque del Grupo de la Luna.
La segunda semilla fue colaborar con nuestros Narradores de Historias; artistas que han pasado sus vidas cuidando y elevando la esencia cultural de quiénes somos como región. Guiados por la “Story Medicine” (Medicina de Historias) de Renda Dionne Madrigal, una psicóloga y terapista de drama que es Chippewa de la Montaña de la Tortuga, estos narradores de historias buscaron dentro de lo más profundo de su conocimiento y encontraron el lugar donde reside el corazón. Pudimos traer esas profundas reflexiones internas de nuestros narradores para crear historias acerca de la tierra y de nuestras relaciones con ella. Encontramos, bajo la guía de Renda, que las historias que residen en lo profundo de nosotros se sienten enlazadas unas con otras. Ya fuese la aprehensión profunda de un niño que está creciendo o la historia del conjunto, hubo un tema común de temor, aceptación, amor y valentía.
Entonces, con estos grupos trabajando dentro de un espíritu profundo de sanación y amor, pudimos reunirnos para un evento de dos días a finales de Septiembre para celebrarnos los unos a los otros. Las nubes se han aclarado por fin, pudimos finalmente ver por nosotros mismos las estrellas y las constelaciones en el cielo, donde pudimos contactarnos íntimamente de manera intergeneracional en formas que antes hubiera sido difícil hacerlo.
“Algunos contaron historias que realmente reflejan nuestras propias historias. Para poder sanar un poco, ¿qué nos han dado nuestros ancestros, nuestra comunidad, nuestra familia y nuestra tierra? ¿Qué nos han dado los sufrimientos, las alegrías, las oportunidades … para poder crecer espiritual, emocional, mentalmente en formas distintas …que podamos aprender unos de otros?”
-Lourdes Flores, ARISE
“Todo está conectado … nuestra tierra está sufriendo. Nuestra tierra está gritando. Duele todo lo que está pasando. Y pues cada uno de nosotros somos responsables, ¿verdad?… para dar un mejor cuidado a nuestra madre tierra, entonces esto es algo que me llevo conmigo hoy”
– Andrea Landeros, ARISE
Dale un vistazo a nuestro álbum de fotos en Facebook Foto album para ver las fotos de nuestro Evento del Equinoccio de Otoño y confía en que Voces Unidas está trabajando duro para cultivar conexiones profundas en la comunidad para restaurar la abundancia de la gente y los lugares de esta maravillosa región binacional.
Reflections of 2022: A Constellation of Community
When you look into the night sky in the darkest of nights you can see trillions of stars in the sky. Each star and each constellation has a story to tell. Their lights shining as one brings a sense of wonder to new and old alike. What stories do they have to share? Like the night sky, our Rio Grande Delta communities are spread far and wide across the region, occasionally, someone will shine brightly enough that you may learn of their story from the local news, with favorable mentions of the person’s work within the community.
But unlike a night so clear as the darkest of nights, our media landscape can often be covered with clouds. We may learn of the accomplishments of a single person we love, but as a community, we still lose part of that story. And many more times, the stories shared are negative, creating falsehoods of what it means to live here. Those stormy moments the media portrays are not the stories of us. Voces Unidas wanted to support changing those harmful narratives.
That’s why our organization’s efforts for 2022 were so deeply focused on being in community. We sought to clear the clouds which isolate us from community in ways that take us back into the past, in a place where our ancestors could see the night sky and tell stories of their significance in our lives. These stories allowed us to pass down vital teachings and practices, so what better method to reconnect to our communities than to look at our own stars and constellations, listen to their individual stories, and derive comfort in each other’s unconditional love?
We did this by planting two seeds:
The first seed was to connect with organizers and activists, formulating a special community for healing that occurred at significant moments during the changing seasons. We met during the phases of the moon, so we naturally called our group, “The Moon Group.” During our moon meetings we learned about each other; our hopes, fears, dreams and what brings us joy. Sometimes we would listen to music, sometimes we would sing. We could share our dreams and look for meaning. We learned about ourselves and the land around us. But never, not once, did we talk about the storms. We never discussed the harms we confronted in our work. That was not what the Moon Group’s focus was.
The second seed was collaborating with our Storytellers; artists who have spent their lives caretaking and uplifting the cultural essence of who we are as a region. Guided by the ‘Story Medicine’ of Renda Dionne Madrigal, a psychologist and drama therapist who is Turtle Mountain Chippewa, these storytellers reached into their innermost knowing and found where their heart resides. We were able to bring these deep internal reflections from our storytellers to create stories about the land and our relationships to it. We found, through Renda’s guidance, that the stories that resided deep in us felt universal to one another. Whether it was deep apprehension of a child who is growing up to the history of conjunto, there were common themes of fear, acceptance, love and bravery.
And thus, with these groups working within a spirit of deep healing and love, we were able to come together for a two-day event in late September that celebrated each other. The clouds had finally cleared, we could finally see ourselves for the stars and constellations in the sky, where we could intimately connect intergenerationally in ways that were difficult to do before.
“Some told stories that really reflect our own stories. To be able to get some healing, what have our ancestors, what our community, our family, our earth … given us? What [are] the sufferings, the happiness, the opportunities … to be able to grow spiritually, emotionally, mentally, in different ways…that we can learn from one another.”
–Lourdes Flores, ARISE
“Todo esta conectado … nuestra tierra esta sufriendo. Nuestra tierra esta gritando. Duele todo eso, los que esta pasando. Y pues cada uno de nosotros estamos responsables verdad… para dar un mejor cuidado a nuestra madre tierra, entonces esto es algo que llevo con mi hoy”
– Andrea Landeros, ARISE